MALLORCA, ENTRE LES VUIT ZONES COSTANERES MÉS AMENAÇADES DEL MÓN
"Mallorca, entre las ocho zonas costeras más amenazadas del mundo
ANNA GRAU. NUEVA YORK. ABC.
Ya no es sólo el panel intergubernamental de Naciones Unidas para luchar contra el cambio climático; ya no son sólo los científicos o los activistas medioambientales. Ya es la gente del dinero la que cree que ha empezado a correr la cuenta atrás para la destrucción de ocho paraísos turísticos del mundo, entre ellos las costas de la isla de Mallorca. Lo dice la revista Forbes.
La novedad del enfoque de Forbes es que va terriblemente a lo práctico. Para empezar elogia la capacidad del litoral mallorquín de atraer una gran cantidad de turistas y celebridades, a veces hasta un punto excesivo, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de una isla, es decir, que llega un momento que ni el territorio ni los recursos dan más de sí, no se pueden estirar como un chicle. [...]
El negocio, en peligro
Está claro que peligra no ya el ecosistema amenazado a veces por la avidez de negocio, sino el negocio mismo: se impone un «turismo sostenible», como el comercio justo, para no matar la gallina de los huevos de oro y que los tesoros que atraen visitantes y divisas no desaparezcan en el fondo del mar.
Este sería el punto de acuerdo entre las Naciones Unidas y los empresarios. Brian Mullis, presidente de la organización Turismo Sostenible Internacional, afirma que está en la mano de los mismos usuarios, los turistas, dictar unos hábitos de consumo que obliguen a la industria a adoptar prácticas más eficientes.
La clave es cambiar el chip: respetar el medio ambiente no se debe hacer por altruismo (que también) sino por el más elemental de los egoísmos. En ese sentido empiezan a florecer entidades sin ánimo de lucro que aglutinan países y redes de operadores turísticos para optimizar prácticas y recompensar el turismo «bueno». Hay por ejemplo entidades que orientan al turista responsable hacia aquellos circuitos hoteleros donde la sostenibilidad está más garantizada.
La coincidencia entre la alarma medioambiental y la económica se da sobre todo en aquellos países o comunidades donde la dependencia del turismo es total o por lo menos ha eclipsado casi el resto de actividades. Es la clase de escenario que resulta familiar a los antiguos pobladores de Mallorca."
Així són les coses. Mentre la premsa mundial exposa la necessitat d'observar els límits ambientals del territori illenc, el senyor Gili considera “bé de primera necessitat” la segona residència amb un evident enfocament cap a la demanda benestant o especulativa d'àmbit europeu. Considera també “bé de primera necessitat”, per exemple, el gaudi de llocs d'amarrament als ports esportius? Mentre fa aquesta demagògia, elimina, amb la seva proposta de Normes Subsidiàries, la possibilitat de promocions d'Habitatge Protegit Oficial i es desconeix quina és la seva política dirigida a facilitar l'accés a l'habitatge, per exemple, de la joventut (si és que en té).
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